viernes, 3 de junio de 2016

Fin de la concesión de EDEA S. A.

/MAR DEL PLATA
Fin de la concesión de EDEA S. A.

Escucha la entrevista haciendo click en el link:
http://www.ivoox.com/fin-concesion-edea-s-a-audios-mp3_rf_10330751_1.html

Radio La Revuelta habló con Gabriel Martínez, secretario de la Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina (F.E.T.E.R.A.), quien desarrollo ampliamente la situación que vienen atravesando los trabajadores del sector en el marco de paro y movilización por parte de Luz y Fuerza. Entre varias irregularidades que se suscitan, hay que nombrar la plena vigencia del convenio colectivo de trabajo, pelea por la condiciones de seguridad, las políticas de ingresos de la empresa, discusión sobre la titularidad de la bolsa de trabajo, y lo más importante, que es la falta de criterio del grupo empresario, que es relativamente nuevo, y desconoce la representación sindical, como parte de la representación estatal en los órganos de control, como OCEBA.
Todas estas cuestiones se vienen discutiendo hace más de un año en asamblea, y con la parte empresaria. La empresa EDEA ha tomado una actitud que es propia de las políticas de relación de los grupos económicos que se ha establecido a partir de 1990. Esto sucede cuando se comienza a clausurar el servicio público y comienza a convertirse en una mercancía, y el usuario comienza a ser considerado cliente. Además, los conceptos empresariales dicen que los servicios de luz, gas, agua, transporte, etc. solo lo puede utilizar el que tiene dinero para pagarlo. Y es a partir de ese momento que se suceden los cortes masivos de electricidad, y también nacen las defensas de usuarios y consumidores
Luego, dice Gabriel, “todo este sistema entra en crisis en el 2001, y comienza a haber una atenuación a partir de 2003, 2004, pero a fines del 2014 comienza a agudizarse nuevamente las tendencias duras de las empresas y se rompen nuevamente los códigos de relación que existía entre los gremios y el estado y entonces comienza a profundizarse los conflictos, que hoy por ejemplo nos llevan a la calle”.
Por otra parte, Martínez explica que: “La empresa tiene obligaciones y derechos para llevar adelante el servicio público. Dentro de ese marco tiene la obligación de garantizar la cantidad de trabajadores que tienen que formar parte de la planta permanente. Porque cuando decimos que no hay despidos, es porque no han llegado los telegramas a una cantidad de trabajadores en particular. Pero lo que han hecho estas empresas a lo largo del tiempo, es terciarizar sectores y no renovar la jubilación de trabajadores. El convenio colectivo de Luz y Fuerza que se ganó, se firmo y se homologó en el ministerio de trabajo en 1975, ha sufrido interpretaciones legales, recortes políticos a lo largo del tiempo, pero también se ha recuperado con la lucha sindical”.
En cuanto a la bolsa de trabajo, Gabriel dice: “Nosotros habíamos logrado que los gobiernos de turno no fueran quienes eligieran a los trabajadores de las empresas, sino que los sindicatos a través de una bolsa de trabajo pública se los ubicara en los puestos de trabajo requeridos. Esa bolsa de trabajo fue respetada desde el inicio de la democracia, hasta hace un año y medio atrás. Sin embargo, la empresa decidió actuar judicialmente a mediados de 2014, y lograr que la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires fallara a su favor, de forma tal que la bolsa sea compartida. A partir de ese momento la empresa elabora un plan donde llama a dos bolsas y termina decidiendo con quien se queda, es más nosotros creemos que una de las bolsas tiene por anticipado los resultados de los exámenes”.
“Hay otra cuestión con el tema de la seguridad, donde la empresa tienen pasados de vida útil los camiones hidro elevadores, los materiales tienen micro fisuras, generando peligro para el compañero, ya que trabajan a gran altura y el que se cae se lastima o se mata. Entonces se hizo desde el sindicato un estudio de la resistencia de los materiales de todos los vehículos y ninguno estaba en condiciones”.
También hay que considerar el tema de la capacitación, aquí Gabriel nos detalla lo siguiente: “Se pretende que el trabajador viejo le enseñe al nuevo y la empresa no invierte en capacitación. Lo cual lleva a que se provoquen accidentes laborales, en cambio cuando el trabajador está capacitado aprende a trabajar de acuerdo a un esquema que consideramos que es el mejor. En este sentido hubo compañeros que sufrieron accidentes graves. Hace un año y medio atrás un compañero murió electrificado en la barquilla, y el año pasado uno de los referentes de seguridad que teníamos en este gremio perdió sus dos brazos por un accidente, trabajando en una línea eléctrica que en ese momento estaba siendo operada por tres empresas diferentes, y eso tiene que ver con las privatizaciones, en como rompen con el servicio público”.
“En cuanto al tarifazo, entendemos que el negocio eléctrico no necesita del aumento de tarifas como se está planteando. Sucede que se trasladan los subsidios a los bolsillos de los usuarios. Pero no se están analizando las tasas de ganancias de las empresas, ni todo el camino económico que tiene la generación de electricidad. La producción de electricidad es un proceso industrial que requiere de combustible. El 60 % de electricidad del país deriva del petróleo (gas y fuel oíl), y solo el 40% restante es agua y energía nuclear. De estos dos procesos de generación de energía, el que tiene un costo que influye es el gas y fuel oíl, estos dos componentes en boca de pozo tiene para el petrolero una ganancia del 700 %.
En argentina extraen el petróleo a 8, 12 dólares depende el yacimiento, y están vendiendo a 65, 70 dólares el barril, y esa ganancia exuberante se destina a la destilería quien tiene que pagar ese costo, pero hay que decir que son los mismos empresarios de ambos sectores, por lo tanto se vende así mismo con un margen de ganancia estrafalario. Por lo tanto, el combustible se lo venden a la usina con toda esa carga, y la usina produce electricidad y la vende con todo el acumulado de la tasa de ganancia inicial y de todos los intermediarios, y quien termina pagando el costo final es el usuario, consumidor. Entonces como sería una cifra exuberante que nadie podría pagar, el estado aplica subsidios y va atenuando los costos porque va inyectando dinero por el camino, y ahora se pretende quitar los subsidios y que lo paguen los consumidores. Y todo esto por no reducir la tasa de ganancia de los petroleros, que siguen ganando como si esto fuera arabia Saudita.

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